Desde la comuna de Nacimiento en la región del Biobío, Germán Zamorano prepara su piscicultura de truchas para vender a restoranes del sector. Este es su emprendimiento que actualmente posee 1.600 peces a los que alimenta diariamente y se preocupa de generar las óptimas condiciones operación sanitaria y de acreditación de origen legal.
“Trabajé 15 años en la industria de la salmonicultura en el sur del país, pero mi señora enfermó, así que decidí armar este emprendimiento y volver a la región junto a su familia”, contó German Zamorano.
La Acuicultura en Pequeña Escala (APE) es una actividad productiva desarrollada en cuerpos de agua y/o en tierra, siendo una alternativa para generar ingresos, mediante la producción de distintos recursos hidrobiológicos como peces, moluscos y algas, con fines de repoblamiento y/o comercialización.
Soledad Tapia, Directora Nacional de Sernapesca, visitó el centro APE de Biobío, que se suma a los 1.100 existentes en todo el país. “El Gobierno del Presidente Gabriel Boric, nos mandató como sector a impulsar la reactivación de las micro y pequeñas empresas acuícolas en la recuperación de su potencial productivo, es así como se han realizado capacitaciones y se han abierto líneas de financiamiento para iniciativas de emprendimientos”, sostuvo Tapia.
Esta actividad productiva, ha recibido un impulso en los últimos años, principalmente con la entrada en vigencia del Reglamento para la Acuicultura de Pequeña Escala durante el año 2022, el cual reconoce, visibiliza y norma la actividad, como una alternativa productiva y un complemento de actividades como la pesca artesanal.
El seremi de economía del Biobío, Javier Sepúlveda, destacó que “en la región tenemos pisciculturas, concesiones de acuicultura y áreas de manejo APE, las que cultivan en la actualidad truchas, mitílidos, pectínidos y pelillo principalmente. Y es una gran alternativa a la diversificación de la actividad pesquera en nuestra zona”.
Sernapesca creó el Reglamento de Acuicultura de Pequeña Escala, que establece las condiciones generales de operación que deben cumplir los centros de acuicultura de pequeña escala, que se presentó mediante el Manual de Buenas Prácticas de Cultivo para la APE y que fue entregado oficialmente a don Germán Zamorano, primer acuicultor de pequeña escala de la zona para que su ejemplo sirva para que más personas se atrevan a formalizar sus actividades.
Equipo Prensa
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