Por Angela Lu,Presidente y Director General para Asia-Pacífico de SIG
En un mundo donde la sostenibilidad ya no es una opción sino una urgencia, el compromiso de empresas como SIG cobra una importancia vital. La reciente alianza de esta compañía de soluciones de envase con WWF Suiza para proteger y restaurar los bosques en Malasia es un recordatorio de que la industria, al igual que los individuos, debe asumir su papel en la preservación de los recursos naturales.
Durante más de 170 años, SIG ha perfeccionado no solo su tecnología de empaques, sino también su responsabilidad hacia el planeta. Con un segundo proyecto forestal en conjunto con WWF Suiza, enfocado en el Complejo Forestal Ulu Muda de Malasia, SIG está actuando con visión de futuro. Este proyecto, que abarcará tres años y medio, busca mejorar la gestión de 170.000 hectáreas de bosque y probar la restauración de 25 hectáreas. Es una acción concreta que no solo asegura la protección de un recurso natural fundamental, sino que también tiene implicaciones directas en el bienestar de las comunidades locales.
La iniciativa, parte del programa Forests Forward de WWF, apunta a mantener la resiliencia de este ecosistema crítico, que es clave para el suministro de agua de Malasia y la conservación de la biodiversidad, incluyendo especies amenazadas como el elefante asiático. La seguridad hídrica y la biodiversidad dependen de la integridad de estos espacios, y es alentador ver que una empresa que obtiene materiales de los bosques asume la responsabilidad de contribuir activamente a su sostenibilidad.
La alianza de SIG con WWF Suiza, que comenzó en 2022, ya había generado impactos en el Pacífico Central de México, donde ayudaron a proteger el hábitat del jaguar. Con esta expansión a Malasia, SIG demuestra que su compromiso no es una iniciativa aislada, sino parte de una estrategia global en la que los ecosistemas locales, y las personas que dependen de ellos, están al centro de sus acciones de sostenibilidad.
¿Por qué esta labor debería importar a los consumidores? Porque cada caja de cartón producida por SIG utiliza fibras certificadas por el FSC™, y esto significa que cada envase que llega a nuestras manos ha sido elaborado con el mínimo impacto posible en los recursos forestales. Esta filosofía de «devolver más de lo que se toma» no solo preserva los bosques de hoy, sino que también promueve su regeneración para el mañana.
En un mundo que clama por más iniciativas de este tipo, el ejemplo de SIG es un recordatorio de que el verdadero liderazgo empresarial implica mirar más allá de las ganancias y trabajar por un legado de sostenibilidad. La pregunta que surge, entonces, es si el resto de la industria se sumará a este movimiento o si seguirá apostando únicamente por modelos de producción que no reconocen el valor de lo que parece, pero no es, inagotable.
Equipo Prensa
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