Sinergias entre la labor docente y de consultoría en la innovación empresarial
Ser consultor y practicar la docencia da una ventaja evidente ya que las habilidades requeridas en la consultoría son similares y coincidentes con las que te exige la docencia; habilidades de facilitación, habilidades de persuasión desde la expertise técnica, habilidades de autonomía y proactividad que requieren estar constantemente revisando bibliografía y estar actualizado, entre otras.
Desde la Consultora Transforme, especialista en gestión de la innovación corporativa, se ha fomentado desde los inicios que los consultores sean también profesores universitarios: “tenemos la convicción que el posicionamiento individual de los miembros de nuestro equipo es igual o más relevante que el posicionamiento de marca de la consultora; sabemos, por experiencia, que nuestro equipo debe contar con espacios personales de crecimiento profesional, que le permitan mostrarse y validarse como expertos en un tema en particular. Adicionalmente, creemos que la docencia permite a los consultores tener un espacio de entrenamiento de habilidades blandas, que permitirán un mejor desempeño en el terreno de la consultoría” explica Beuchat, Socio Fundador de Transforme.
La pandemia actual y las nuevas condiciones de virtualidad han profundizado algunos de los desafíos que ya tenía la docencia tradicional:
- Mantener la atención e interés de los estudiantes. En esta línea, Francisca Hermosilla, Gerente de Operaciones de Transforme y Docente en la Universidad San Sebastián, explica que la capacidad de adaptación y flexibilidad es fundamental para ejercer la labor docente, pues te permite cambiar de dirección en la forma de enseñar en la medida que se ve la recepción y el interés de los estudiantes. María Jesús Castro, quien ha comenzado a incursionar en la docencia recientemente en la Universidad Bernardo O’Higgins, enfatiza también la necesidad de trabajar en conjunto para conseguir mejores resultados, donde el docente enseña a través de herramientas innovadoras, y el estudiante, se predispone a una posición de escucha y apertura permanente.
- Incitar y propiciar la resolución creativa de problemas en los estudiantes: Sebastián Valencia, Consultor de Transforme y Docente en la Universidad Adolfo Ibáñez hace especial énfasis en este punto: “algo muy importante es generar un ambiente de confianza, en el cual opinar, cuestionar y consultar es algo sumamente necesario”
- Hacer de la docencia un espacio de interacción y aprendizaje práctico, basado en experiencias reales. “Ser consultor de innovación, permite estar constantemente aplicando metodologías, como también estar siempre muy atento a nuevas tendencias y modelos de negocios. Esto es de mucho valor para los alumnos, dado que se les enseña con ejemplos actuales y reales.”, agrega José Tomás Andueza, Gerente de Área en Transforme y Docente de la Universidad del Desarrollo.
La complementariedad de ambas labores genera sinergias a nivel de desempeño y de resultados; por un lado, el consultor puede entrenar sus habilidades a través de la docencia y validarse como un experto en determinadas temáticas, y, por el otro lado, el docente puede enseñar y transferir conocimiento desde una perspectiva mucho más práctica, dinámica y real. Así, si bien se trata de labores distintas, son altamente complementarias y responden a desafíos similares. Ya sea si se trata de agregar valor a estudiantes o a un cliente corporativo, se debe ser conscientes del gran impacto que generan ambas labores, y estar una búsqueda activa de nuevas herramientas y habilidades que conduzcan a más y mejores resultados.
Equipo Prensa
Portal Innova