El área de aprendizaje y desarrollo aporta beneficios no solo para impulsar la transformación digital, sino también en áreas como el crecimiento de los ingresos.
Según Gartner, el mercado mundial de la inteligencia artificial (IA) crecerá más de US$ 265 mil millones para 2030. Esto subraya la relevancia de invertir en transformación digital en el contexto actual. “La alfabetización digital se ha convertido en una habilidad fundamental para la evolución de las organizaciones. La transformación digital no solo implica tecnología, sino también una profunda transformación cultural que abarque a toda la empresa”, comenta Carolina Maliqueo, Chief Innovation, Learning & Connect Officer de Trust Journey.
Sin embargo, a pesar de su importancia estratégica, muchas organizaciones continúan relegando la inversión en capacitación. Por ejemplo, solo el 56% de los CEOs en el Reino Unido están comprometidos a mejorar las habilidades tecnológicas de sus equipos, a pesar de que el 77% está implementando herramientas avanzadas como la IA. En Chile, según datos de País Digital, apenas el 54% de los ciudadanos maneja habilidades digitales básicas, como conectarse a una red wifi, usar procesadores de texto o funciones avanzadas en buscadores. Esto evidencia una desconexión preocupante entre la adopción tecnológica y la preparación del talento humano para aprovecharla.
Una inversión indispensable
Además, solo el 32% de las empresas planean priorizar la inversión en habilidades en los próximos tres años. “Esto no puede continuar si las organizaciones desean impulsar la transformación digital; si los empleados no tienen los recursos para desarrollar sus capacidades, los líderes corren el riesgo de quedarse atrás en la curva de alfabetización digital”, asegura Carolina Maliqueo.
La alta dirección tiene un rol crucial en este contexto. No solo debe apoyar programas de aprendizaje continuo, sino también participar activamente en ellos. Esto envía un mensaje claro al resto de la organización: el aprendizaje no es opcional, sino una prioridad estratégica.
Cultura de aprendizaje continuo
La implementación de una cultura de aprendizaje es clave para la sostenibilidad de las iniciativas de transformación digital. Esta cultura debe permear toda la organización y estar liderada por la alta dirección. Los líderes no solo deben comunicar el valor de estas estrategias, sino también involucrarse de manera activa en su desarrollo. “Desde los nuevos empleados hasta la alta dirección, todos tienen la responsabilidad de aprender continuamente”, enfatiza Maliqueo.
Un enfoque continuo permite a las organizaciones mantener la agilidad necesaria en un panorama tecnológico en constante cambio. Las habilidades digitales evolucionan rápidamente, y las empresas deben estar preparadas para adaptarse.
Beneficios estratégicos del aprendizaje
Para lograr un cambio duradero, los líderes deben integrar el aprendizaje en el ADN organizacional. Esto incluye desarrollar incentivos de recompensa, establecer métricas claras para medir el impacto del aprendizaje y comprometerse con el talento para maximizar su desarrollo y motivación. “La alta dirección debe posicionar al área de aprendizaje y desarrollo (L&D) como una prioridad clave para el crecimiento empresarial”, agrega Maliqueo.
Este compromiso también implica obtener retroalimentación de los empleados y ajustar las estrategias de aprendizaje según sus necesidades. De esta manera, las empresas pueden abordar de forma efectiva la escasez de talento y la incertidumbre del mercado.
Equipo Prensa
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