La reciente pandemia de Covid-19, la guerra en Ucrania, el conflicto en Gaza, los reajustes geopolíticos, el auge de la IA y las consecuencias de los graves eventos climáticos relacionados con el cambio climático han afectado profundamente la economía global y el sistema energético mundial. El World Energy Council (WEC) acaba de liberar un nuevo documento denominado Scenario Foundations, el cual ofrece reflexiones y alternativas sobre cómo podría verse el camino energético hacia el 2050.
Las bases de este estudio se construyeron sobre elementos planteados por WEC en 2019 y las lecciones aprendidas desde entonces. Enriquecidos por una comparación actualizada de perspectivas energéticas globales, combinadas con profundos diálogos regionales, el análisis 2024 ofrece una visión sobre las cuales se podría construir un nuevo conjunto de escenarios, incluyendo puntos de vista específicos sobre el diseño para el futuro y aprovechar oportunidades significativas.
A medida que las sociedades avanzan, están aprendiendo a navegar entre “Rocas” y “Ríos” mientras trazamos los múltiples caminos requeridos para transiciones energéticas más justas, rápidas y de gran alcance.
En ROCAS, las esperanzas globales y las promesas nacionales asociadas con el Acuerdo de París sobre el clima se ven amenazadas por intensas presiones en busca de seguridad energética, competitividad industrial y otros aspectos del interés nacional propio, un “nuevo tribalismo”.
En muchas partes del mundo, los planes para la eliminación gradual de los combustibles fósiles se han moderado o retrasado, y las Contribuciones Determinadas a nivel Nacional (NDCs) apenas se están cumpliendo. Los subsidios energéticos son la forma más directa de satisfacer demandas populistas cada vez más poderosas en un mundo donde los líderes enfatizan la fuerza local en lugar del acuerdo internacional o la responsabilidad.
Las transiciones relacionadas con la energía continúan donde están establecidas y apoyan objetivos relativos con la seguridad, pero la idea de que todo el mundo tenga éxito en cumplir con los objetivos de desarrollo sostenible de la ONU parece pertenecer a un tiempo pasado, más simple.
En RÍOS, los avances digitales y la dinámica del mercado reconfiguran significativamente la oferta y la demanda de energía. El crecimiento económico se mueve en ráfagas esporádicas pero dramáticas, recompensando a las empresas que adoptan nuevas tecnologías y alineaciones de la cadena de suministro antes de los aumentos de la demanda.
A medida que el antiguo sistema de colaboración internacional se ve sometido a presión, surgen nuevas formas de cooperación en muchos niveles diferentes, a veces de manera inesperada: proyectos de sostenibilidad dentro de cadenas de valor compartidas, intercambio de mejores prácticas entre grupos de ciudadanos, nuevas eficiencias resultantes de la innovación tecnológica, y ‘clubes de carbono’ y otros mecanismos basados en incentivos.
La mayor transparencia digital permite a los actores energéticos conectados tomar decisiones estratégicas en sus dominios en lugar de responder a los edictos de políticas desde arriba.
Mayor electrificación
Impulsados tanto por la política nacional como por los intereses empresariales, en ambos escenarios habrá una mayor electrificación de muchas economías, con una proporción creciente de energía suministrada a partir de recursos renovables. En aplicaciones de gran exigencia, donde aún se requerirán combustibles moleculares, habrá una sustitución creciente de los combustibles fósiles por biocombustibles, derivados del hidrógeno y, eventualmente, combustibles sintéticos.
Además, habrá un crecimiento en la captura y eliminación de carbono a través de medios naturales o tecnológicos. En ambos casos, los primeros enfoques nuevos que se establezcan en cualquier ámbito generalmente continuarán siendo dominantes a medida que se establezcan infraestructuras de larga duración y la competencia comercial reduzca los costos a través de curvas de aprendizaje y economías de escala. Las fuerzas competitivas impulsarán ritmos de cambio explosivos y disruptivos una vez que las condiciones sean lo suficientemente atractivas para iniciar este proceso.
La gran incertidumbre estratégica es si estas oportunidades ocurrirán “más temprano” o “más tarde” y dónde ocurrirán, y la gran pregunta estratégica para los actores individuales del sistema energético es si es mejor arriesgarse a ser “demasiado pronto” o “demasiado tarde” en el cambio. Esta incertidumbre estratégica plantea preguntas adicionales para los diferentes actores.
Reporte WORLD ENERGY COUNCIL SCENARIO FOUNDATIONS 2024
Equipo Prensa
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