Por Álvaro Correa, CEO Adjunto de Credicorp.
Hasta hace unos años, hablar de sostenibilidad en la industria financiera no era algo común. Sin embargo, ya casi no hay compañías del sector que permanezcan ajenas a los criterios ESG. Si llevamos este concepto a la región, el actual y desafiante contexto que vivimos producto de la pandemia ha demostrado que la sostenibilidad es más importante que nunca y que el rol de sector privado es crucial en la promoción del bienestar de la sociedad, partiendo por hacer frente a la crisis e impulsando la recuperación de nuestros países.
Particularmente, en Credicorp emprendimos desde principios del 2020 un proceso de reflexión para definir el papel que deseamos tener en la sociedad y en el mundo empresarial. Redefinimos nuestra Visión, Propósito y Valores, introdujimos la sostenibilidad en el centro de nuestros negocios e identificamos nuevas oportunidades que pudieran generar impactos significativos y positivos, tanto para nuestra compañía como para las sociedades en las que operamos.
Es así que definimos y empezamos a desplegar nuestra estrategia ESG, construida en base a tres pilares: crear una economía más sostenible e inclusiva, mejorar la salud financiera de los ciudadanos y empoderar a la gente para prosperar, reforzando además nuestro compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU.
Para impulsar la transición hacia una economía más sostenible y, sobre todo, más inclusiva, promovemos activamente la inclusión financiera y por tanto, el fortalecimiento de la economía formal de la mano de las pequeñas y medianas empresas, motores de la economía latinoamericana.
En cuanto a la salud financiera de los ciudadanos, nuestro objetivo es brindar la mejor experiencia al cliente, de la manera más eficiente. Para ello, es necesario construir relaciones de confianza a través de la simplicidad y la transparencia. Si la relación entre las personas y el sistema financiero es saludable, se mitiga el impacto del estrés económico, se fortalece la resiliencia en períodos difíciles como el que atravesamos y se genera un círculo virtuoso entre las habilidades, los conocimientos y las decisiones financieras de los ciudadanos.
Por último, pero no menos importante, estamos comprometidos con el desarrollo de la fuerza laboral del futuro. Para implementar con éxito nuestras metas de transformación a largo plazo, debemos apoyar a las personas en el fortalecimiento de sus capacidades para que puedan responder a un entorno empresarial de cambios acelerados y constantes. Es esta línea, defendemos la equidad de género, pues el desarrollo pleno y completo de un país requiere de la participación de mujeres y hombres en todas las esferas de la sociedad, en igualdad de oportunidades y condiciones.
Solo por dar un ejemplo, actualmente cinco de los nueve directores de Credicorp son independientes y 2 de los 9 directores son mujeres. Además, para definir nuestras acciones en este frente, a inicios de 2020 se creó el Comité de Equidad de Género, presidido por el CEO del holding, y compuesto por seis miembros de forma equitativa. Desde este espacio se evalúan los planes y prioridades, y se monitorean los avances cada trimestre.
Estamos dando los primeros pasos hacia una nueva forma de hacer empresa, poniendo a la sociedad en el centro de nuestras acciones, implementando los procesos que nos permitan monitorear el cumplimiento de nuestros objetivos e incorporando métricas no financieras para gestionar nuestros negocios de manera sostenible e inclusiva. Todo esto, en aras de mantener contacto estrecho con la ciudadanía e impactar positivamente en la vida de las personas y países en los que operamos.
Equipo Prensa
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