Para complementar la nueva normativa de pisos industriales, expertos de Proindar aconsejan realizar inspecciones para detectar dos errores recurrentes: instalar la pletina en sentido contrario al diseño y no considerar el 100% de apoyo en la pletina de cierre.
El acero destaca como uno de los materiales de construcción más amigables con el medio ambiente, ya que es 100% reciclable sin perder sus características, convirtiéndose en el material más reciclado en el mundo. En Chile, cerca del 80% del consumo de acero es para la construcción y la minería, industrias donde una de las piezas clave son las parrillas de piso. También conocidas como grating, son literalmente el piso de trabajo para operarios y maquinaria.
Debido a su importancia estratégica, es vital que cumplan los altos estándares de seguridad que exigen los trabajos de minería. Al respecto, Claudio Espinoza, subgerente comercial de Proindar -especialistas en grating- sostiene que “el estándar de seguridad en la minería chilena ha evolucionado gracias a la NCh 3572:2017, norma impulsada por Proindar con el patrocinio del Instituto Chileno del Acero (ICHA), que regula los requisitos mínimos de diseño, fabricación y uso de la parrilla de piso y peldaños”.
La norma fue publicada por el M.O.P. en enero 2021 en el Diario Oficial, por lo que todas las obras anteriores que involucran pisos en grating son susceptibles al incumplimiento de los nuevos requisitos. “Nuestro deber, como profesionales del acero, es velar por la calidad de las parrillas de piso, ayudando a determinar que se encuentren plenamente certificadas en su tabla de cargas, en su materia prima, fabricación y sistema de recubrimiento para su cometido final”, afirma el experto de Proindar.
Una de las estrategias implementadas para reforzar los criterios de seguridad, es verificar que las parrillas han sido bien instaladas, chequeo que ayuda a detectar dos errores recurrentes. El primero es instalar la pletina en sentido contrario al diseño y el otro es no considerar el 100% de apoyo en la pletina de cierre. “Aunque parecen simples, estas cruciales equivocaciones, pueden reducir en 50% la capacidad de carga nominal de las parrillas, exponiendo a los transeúntes a un inminente accidente por colapso estructural”, agrega Espinoza.
Equipo Prensa
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