Casa S3 es una “solución social sustentable” desarrollada por la Universidad del Desarrollo de Concepción que ahora prepara su masificación en al menos 12 países de Centroamérica.
Se construyó en apenas ocho días y fue la primera casa del certamen en quedar completamente lista para la competencia; costó algo más de 20 millones ─de los 21 que tenían como tope todos los participantes─, considerando materiales, muebles y mano de obra; y es a prueba de sismos, cortes de agua y de luz.
Tiene un estanque de agua potable con capacidad de 500 litros, lo suficiente para abastecer a la familia durante una semana en caso catástrofe. Su autonomía eléctrica, por otra parte, ─gracias a sus paneles fotovoltaicos─ le permiten mantener en funcionamiento el refrigerador sin problemas y asegurar así la necesidad de alimentación.
Un recolector de aguas lluvia está conectado con el estanque del baño, lo que permite ahorrar hasta 100 descargas usando este sistema, mientras que una terraza multipropósito en el último piso de la vivienda puede servir como huerta y zona de descanso.
Utiliza las escaleras como chimenea de ventilación y cuenta con una logia techada con tendedero en la fachada norte para el secado de ropa y así evitar la condensación y la humedad interior. Por si fuera poco, su diseño permite que la casa sea ampliada sin afectar las propiedades térmicas de la envolvente, pudiendo agregar una habitación y un baño a los ya existentes.
Y todo eso distribuido en 60 metros cuadrados, ocupando el 34% del suelo y dejando disponible un espacio para jardín, antejardín y estacionamiento de un terreno de 108 metros cuadrados. Es, a todas luces, una casa en la que cualquiera quisiera vivir. Así lo sienten, al menos, todos los miembros del equipo de la Universidad del Desarrollo de Concepción, la única universidad de la región del Biobío en Construye Solar 2017.
La empresa Unisource Ingeniería, proveyó todos los sensores de medición de consumos de las casas solares en competencia.
Solución + Social + Sustentable= Casa S3
La vivienda S3 ─al cubo, llamada así por ser una “solución social sustentable”─ obtuvo el primer lugar en las categorías de innovación e ingeniería y construcción; segundo lugar en bienestar y comodidad, comunicación y consciencia social, uso del agua, eficiencia energética, sustentabilidad y funcionamiento de la vivienda; y tercer lugar en arquitectura, diseño urbano y accesibilidad.
Esto le dio 40 puntos de ventaja por sobre las otras casas en competencia, coronándose así como la propuesta ganadora de la segunda versión del evento. El certamen, organizado por La Ruta Solar y el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, en colaboración con la Municipalidad de Santiago, tenía el objetivo de “cambiarle la cara a la vivienda social chilena” y con la Casa S3 parece haberlo conseguido.
“Para nosotros una vivienda social es para la sociedad, no para un tipo de gente, sino para una familia chilena de cualquier clase social”, explica Pablo Altikes, director de la carrera de Arquitectura de la Universidad del Desarrollo y miembro del equipo.
La casa fue, además, el proyecto de título de cuatro estudiantes de la carrera que, junto con tres profesores, aceptaron el desafío pensar y construir una casa real. “Se titularon con nota 7.0, por supuesto”, añade Altikes, pero comenta que la construcción real de la casa sólo era una de las tres metas que se habían propuesto como equipo.
El segundo objetivo era ganar el concurso ─algo que todavía no pueden creer─ y el tercero, que se masificara. “El sueño que propusimos a los alumnos y a la empresa privada que confió en nosotros es que la casa no quedara en el concurso sino que fuera la casa más exportada de la historia de Chile en vivienda social”, asegura Altikes.
Por de pronto, la transnacional Pacific Forest ya está interesada en exportarla a los 12 países en los que transa sus productos y el Minvu está ansioso ofrecerla como una de las alternativas habitacionales de su cartera.
El sistema constructivo
La madera permite la prefabricación, tiene un excelente desempeño sísmico ─porque pesa muy poco con relación a otros materiales─ y es un recurso natural que está al alcance de todos los países, especialmente Chile. Esas fueron las razones que llevó a este equipo a proponer una vivienda con un sistema constructivo en base a madera: el panel SIP.
Está conformado por dos planchas de OSB con poliestireno expandido en su interior, lo que genera una especie de sándwich altamente resistente y con excelentes propiedades térmicas y acústicas. Para la Casa S3 utilizaron el panel completo, evitando las pérdidas por corte de material y generando un sistema modular para el diseño de la vivienda.
Suelo, techo, paredes, es decir, prácticamente el 100% de la casa está hecha con panel SIP, lo que implica que con un solo material se puede hacer la casa completa. Por último, su aislación permite que la vivienda se comporte como un gran cooler, lo que hace sea factible de emplazar en cualquier clima, con un sistema de ventilación pasiva integrado que trabaja por convección del aire.
Combinar estas tres variables simultáneamente, aseguran, es uno de los mayores logros de la propuesta. Y si no hubiese sido por el feriado del Censo y un día de lluvia, habrían podido completar la casa en seis días, algo inédito para cualquier tipo de vivienda.
Construye Solar
Construye Solar que este año realiza su segunda versión, cuenta con el apoyo de Deceuninck, Banco Estado, Universidad Técnica Federico Santa María, Enel, Aguapur Medición, Europcar, Fluke, MCI Electronics, Junkers-Bosch, Recupac, Ondac, Tecnofast, Unisource, Domme, Sika, Termopanel Smart y Mathiesen. También cuenta con el patrocinio del Ministerio del Medio Ambiente, el Ministerio de Energía, la Asociación Chilena de Eficiencia Energética, la Asociación Chilena de Energías Renovables, el Colegio de Arquitectos, la Asociación Chilena de Energía Solar, Empresas Eléctricas, el Colegio de Ingenieros, Anesco, CDT, Construye 2025 y Corfo.
Equipo Prensa
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