- Se espera que el mercado global de IAG alcance los $51.8 mil millones para 2028, con una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) del 31.2% desde 2023 hasta 2028.
- La adopción de la IAG también está atrayendo la atención de grandes corporaciones y startups, con más de $15 mil millones invertidos en 2023, lo que demuestra el interés creciente en este campo.
Septiembre 2024.- La inteligencia artificial generativa (IAG) está emergiendo como una fuerza disruptiva en el mercado laboral global, y Chile no es la excepción. Se espera que el mercado global de IAG alcance los $51.8 mil millones para 2028, con una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) del 31.2% desde 2023 hasta 2028, lo que refleja el rápido avance y la adopción de esta tecnología en diversos sectores.
“La inteligencia artificial generativa incrementará la productividad en sectores que requieren tareas repetitivas y de análisis de datos, pero también presentará desafíos al automatizar puestos de trabajo que realizan tareas predecibles o administrativas. Esto podría afectar a sectores como finanzas, contabilidad y administración pública, donde la automatización puede desplazar ciertas funciones”, destaca Rodrigo Garay, Country Manager de Gi Group Holding.
Dichas tecnologías están revolucionando el marcado laboral chileno. “A corto plazo, veremos una creciente automatización en diversos sectores, lo que podría generar cierta alteración, pero a largo plazo, la IAG impulsará la creación de nuevos roles, como ingenieros en IA, científicos de datos, y expertos en desarrollo de productos y servicios innovadores basados en esta tecnología», comenta la experta Karen Hahn, Manager de QiBit.
La adopción de la IAG también está atrayendo la atención de grandes corporaciones y startups, con más de $15 mil millones invertidos en 2023, lo que demuestra el interés creciente en este campo. «Las empresas deben centrarse en el reskilling de sus empleados, es decir, en actualizar sus habilidades para que puedan adaptarse a los cambios tecnológicos. Es importante implementar la tecnología en etapas para evitar la sustitución inmediata de los trabajadores”, añade Garay.
En cuanto a las habilidades que serán más demandadas en el futuro laboral, tanto Garay como Hahn coinciden en la necesidad de combinar competencias técnicas con habilidades blandas. «Habilidades en análisis de datos, inteligencia artificial, y programación serán fundamentales», señala Garay, mientras que Hahn añade que «el pensamiento crítico, la creatividad, la innovación, y la capacidad de adaptarse a los constantes cambios tecnológicos serán claves para aprovechar al máximo las oportunidades que ofrece la IAG».
Con la estimación de que la IAG podría aumentar la productividad laboral en un 7% para 2030, Chile enfrenta un futuro donde la tecnología no solo transformará industrias, sino que redefinirá el trabajo tal como lo conocemos hoy.
Equipo Prensa
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