La automatización de procesos se entiende como un cambio de ejecución en la forma que se conducen las empresas o los negocios. Se trata, por lo general, de una inquietud para los que no saben del tema y también para los expertos, especialmente desarrolladores de software y encargados de realizar la operación manualmente. Es claro que implementar la ejecución automática al interior de una organización es un cambio de gran impacto: técnicos y profesionales no están sensibilizados, en una etapa inicial, aunque todo cambia una vez que se aprecian los verdaderos resultados de la ejecución de esos procesos que luego se automatizan.
La automatización de procesos garantiza calidad en la ejecución y la disponibilidad de la información, disminuyendo errores y aprovechando cada recurso material y humano de la corporación. De esa forma, se fijan estándares de programación y ejecución, y se transparenta la lógica de los negocios para cualquier área que esté involucrada en la gestión corporativa. Según estudios de Gartner Dataquest, el mercado de la automatización debiera aumentar permanentemente en un 6.5% anual, considerando que lo que se busca reducir son los costos y el error humano.
En el mercado local, actualmente, existe un aumento creciente en el número de proveedores de modernas aplicaciones para automatizar. Se trata de un fenómeno que se explica, porque los usuarios siguen solicitando más sistemas y procesamiento a partir de las necesidades que nacen de las tecnologías y desde la sofisticación de la infraestructura TI. En otras palabras, las empresas visualizan oportunidades para automatizar una mayor parte de sus procesos de negocios. Entonces, los mismos proveedores han comenzado a ofrecer tecnologías y productos, considerando el apoyo de programación basado en el tiempo, en eventos de programación y adaptadores para la integración con aplicaciones de automatización.
Y son, justamente, estos mismos proveedores los que han llevado la automatización a un nuevo concepto denominado centro de control, espacio donde los clientes no solo pueden definir un flujo de trabajo, sino también seguir y controlar esos procesos, entendiendo, además, que se trata de un momento de relevancia empresarial que permite personalizar la gestión, aplicar seguridad, reducir costos y mejorar la capacidad de respuesta. Tanto así que ya se encuentran en el mercado algunas herramientas para administrar, visualizar y controlar las cargas de trabajo de una forma eficiente. Los administradores TI, de esa forma, pueden focalizarse en los procesos y generar una mejor comunicación. Eso, reduce costos de formación y mejora la capacidad de respuesta a las prioridades del negocio.
Otra tendencia que está creciendo fuertemente es el software de automatización de procesos robóticos, una tecnología clave para sectores como la Industria 4.0 y que protagonizará innumerables mercados en los próximos años. Según Gartner, el mercado mundial de este tipo de herramientas seguirá experimentando un crecimiento de doble dígito este año, con un crecimiento interanual del 17.5%.
Es fundamental, entonces, comprender que el procesamiento de la información no pasa exclusivamente por disponer de procesos adecuados, sino también por acompañar con una correcta aplicación que genere seguimiento a esos procesos y permita a la organización incrementar la posibilidad de prevenir y desempeñarse ante todo tipo de situaciones.
Equipo Prensa
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