Por Federico Antico, doctor en ingeniería civil, académico de la Facultad de Ingeniería y Ciencias UAI
En 2007 en Sidney, Australia, la organización no gubernamental World Wide Fund (WWF) creó fede, una acción voluntaria individual y colectiva que busca revertir el daño generado por la humanidad en el medioambiente. Desde entonces cada último sábado de marzo, se nos propone recordar esta efeméride ambiental, para reflexionar y socializar acerca de lograr una vida más armónica a aquellos que vivimos en zonas urbanizadas.
De seguro, aquellos con mayor conciencia y compromiso ambientalista aprovecharán este breve momento en el año para generar autoconciencia y conciencia entre sus cercanos al respecto del significado de esta efeméride. No obstante, las 24 horas que siguen en los 364 días corrientes, exigen cambios profundos y sistematizados: ¿Revisa sus hábitos cotidianos e intenta cambiarlos para ser coherente con lo reflexionado?¿cierra el agua de la llave mientras se cepilla los dientes? ¿apaga aquellas luces de su casa donde no hay personas? ¿recicla? ¿composta? ¿bota la basura en los contenedores dispuestos para ello cerca de su casa? ¿y qué pasa al día siguiente? ¿y al otro? ….ese debiera ser el compromiso hasta llegar a la nueva hora del planeta al año siguiente.
Posiblemente, muchos de nosotros hacemos nuestro mejor intento por cambiar hábitos que no son del todo amigables con el medioambiente, pero también caemos en la tentación del confort. Por ejemplo, viajar solo o sola en el automóvil, pudiendo usar transporte público, bicicleta o coordinarse con gente conocida que vaya al mismo destino. Salir de nuestra zona segura es anti natural para los seres humanos. Es por eso, que la «Hora del Planeta» ya no es suficiente. Necesitamos 8,760 horas anuales del planeta y debemos intentar el cambio en forma colectiva, en cada momento. De esa forma estaremos haciendo nuestro máximo esfuerzo por el mediambiente que tanto necesitamos para sobrevivir en este planeta. La única forma de torcer el destino catastrófico de la Tierra será intentar hacer todo lo que está a nuestro alcance, para que algo más que una hora al año sea nuestro nuevo compromiso con este planeta.
El Cambio Climático es un punto sin retorno. El calentamiento global y las emisiones de carbono que siguen sumando grados de temperatura a la atmósfera, requieren del compromiso de los Estados y sus políticas públicas y leyes, así como de las industrias, los investigadores y la sociedad civil. Todos somos responsables de darles más horas de vida a nuestro planeta para el desarrollo sostenible de éstas y futuras generaciones.
Equipo Prensa
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