• Por su naturaleza, el rubro energético es un motor de cambio que mueve la economía. Aporta al crecimiento de la totalidad de las industrias y sectores productivos de los países y Chile no es excepción. Actualmente experimentamos diferentes desafíos que nos están motivando a ser más eficientes, disruptivos e innovadores y gracias a una mayor conciencia y compromiso −tanto del mundo empresarial como del ciudadano de a pie− nos situamos en un momentum que ha tomado un especial protagonismo al impulsar cambios que nos acerquen hacia una sociedad cada más sostenible. Y en buena hora, ya que −según la Asociación Chilena de Energías Renovables y Almacenamiento− la capacidad instalada al primer trimestre del año, a nivel país, alcanzó 36.413 MW. De éstos, el 46% corresponde a Energías Renovables No Convencionales, posicionándose como la tecnología más importante en potencia en todo Chile. A ello se suma que nuestro país actualmente tiene el máximo puntaje en la categoría de inversión en energías renovables, según el Índice de Competitividad Global del World Economic Forum (WEF).

 

A través de la generación de alternativas renovables y menos contaminantes, la energía nos permite contribuir al bienestar de las personas, mejorando sus realidades e ir acercándonos a nuevas oportunidades para impulsar prácticas energéticas sustentables. En esa línea, somos testigos de un mayor compromiso en torno a la generación de energía limpia y de los esfuerzos para la reducción de la huella de carbono de parte de diversas empresas. Dicho desafío también se está acrecentando a partir de las olas de calor que hemos experimentado en el país. Precisamente, nuestra capacidad para generar energía limpia está determinada por la era de la «ebullición global», con personas cada vez más conscientes de los efectos de la crisis climática. Lo anterior lo evidencia el Banco Europeo de Inversiones, que señala que un 88% de los chilenos y chilenas han sentido los efectos del cambio climático en su vida diaria.

 

Como actores insertos en la industria energética, somos conscientes de que no se trata de una tarea fácil ni inmediata, pero cuando ésta se aborda como parte de un propósito −y de un proceso sistemático con objetivos claros− los resultados suelen ser muy positivos. De hecho, es así como lo han entendido numerosas entidades, ya sea del rubro financiero, de salud, industrias tecnológicas y de servicios, quienes están asumiendo estos compromisos sostenibles cada vez más desde la generación de la energía. Lo anterior, a partir de procesos de gestión que se aplican en forma sistemática para la medición de resultados y verificación de avances.

 

En ese sentido, estando ante un cambio de paradigma del cual todos somos protagonistas, es clave que sigamos impulsando y construyendo las nuevas realidades de la energía en Chile, para que justamente ésta continúe siendo un motor de cambio, un acelerador sustentable de posibilidades, e incluso, de algunas que todavía desconocemos.

 

 

Google News Portal Innova
Síguenos en Google Noticias

Equipo Prensa
Portal Innova

VIAS IMPORTACIONES 2024