- Entre una economía vacilante, alza de costos, yacimientos empobrecidos, la permisología y las urgencias medioambientales, no hay dobles lecturas. El pilar de la economía nacional vive momentos desafiantes para impulsar una industria cada vez más productiva, inteligente y cibersegura.
Santiago, 12 de febrero de 2024.- Se trata de una era sin precedentes. No hay industria ni sector que no haya invertido en alguna tecnología. Grande, mediana o pequeña, las organizaciones tienen al menos un pie en la incursión tecnológica, velando por mantener la productividad, competitividad y continuidad operacional. Y la minería, por supuesto, no está exenta.
Debido a la importancia de este sector en Chile, se realizó una nueva edición de Cisco Mining Summit, la cumbre anual de minería que reunió a 250 actores y expertos de 68 empresas del ecosistema, para debatir sobre los desafíos que transita la minería, las oportunidades que se presentan con la transición energética y la electromovilidad, además del rol clave de la tecnología en las siguientes décadas.
“Nuestra minería enfrenta grandes desafíos como elevados costos e impuestos, bajas leyes, permisología, entre otros, los que urge superar para aprovechar el alza en la demanda por minerales impulsada por iniciativas globales de descarbonización. Se trata de una nueva era donde la inteligencia artificial (IA), será el catalizador de una nueva minería”, explica Daniel Peña, gerente de ventas para Minería de Cisco Chile.
El viaje hacia la innovación no tiene retorno. Por lo tanto, se requieren soluciones estratégicas efectivas que sigan manteniendo competitivo y ágil al sector en un mercado global que tendrá a un socio vital en esta transición: la IA.
El equilibrio entre proteger y operar sin riesgo
Uno de los temas que ha copado la agenda es la ciberseguridad. Según EY, todas las organizaciones mineras son digitales por defecto y operan en un panorama digital conectado donde cada activo aumenta la superficie de ataque.
“Un incidente de seguridad en la operación industrial se puede traducir en accidentabilidad y paralización de faenas, sin mencionar las pérdidas millonarias y reputacionales. Y con lo que aporta al PIB, un ataque afecta a la salud económica del país”, argumenta Walter Montenegro, gerente de ciberseguridad para Cisco Chile.
En esa línea, la protección es crítica y se viene trabajando hace años, ya que los sistemas OT son legados, antiguos y no pueden ser intervenidos fácilmente. “Paulatinamente se avanza con la implementación de metodologías y tecnologías de observabilidad para apoyar la seguridad OT”, agrega Montenegro.
De esta manera, se pueden segmentar procesos, construyendo arquitecturas resilientes y robustas, dejando atrás la “falsa seguridad”, la cual acumula un sinfín de soluciones de seguridad sin una integración y, muchas veces, en desuso.
“La ciberseguridad se está volviendo cada vez más compleja; los atacantes están valiéndose de herramientas avanzadas y automatizadas para lograr vulnerar nuestras defensas. Es por esto que Cisco ha incorporado inteligencia artificial en todas sus plataformas de seguridad para hacerle frente a las amenazas actuales”, aclara Montenegro.
Motor de la economía y del futuro sustentable
La minería es uno de los pilares que activa la economía del país. Si a finales del 2022 el PIB minero aportó USD 38.500 millones entre la producción del cobre y otras actividades mineras, hoy según Minería en Números del Consejo Minero, el sector representa el 12% del PIB, lo que aumenta a más de un 20% si se agrega lo que aporta en otros sectores.
“Según EY, son al menos 10 los desafíos que enfrentará la minería en el 2024, entre los cuales están los factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG), inversiones, ciberseguridad, cambio climático, fuerza laboral y geopolítica. De esta manera, la situación exige soluciones efectivas para mantener la competitividad global”, precisa Peña.
La permisología y los costos son otros de los desafíos. Según Cesco, entre 2006 y 2022, el periodo para desarrollar un proyecto podía alcanzar los 10 años. “Además, los costos aumentaron. Si en el 2006 el promedio de un proyecto era de alrededor de USD 500 MM, en los últimos 6 años ha estado rondando los USD 2,000 MM, lo que se traduce en un sobrecosto del 65%. A eso se suma la nueva carga tributaria”, describe Peña.
Finalmente, la minería tiene un rol fundamental para la lucha contra el cambio climático. Reflexiones de EY detallan que el reto es paradigmático: deben proporcionar minerales para la transición energética y al mismo tiempo reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
“La transición hacia una matriz energética mundial que se sustente en energías limpias, precisan de una gran cantidad de cobre, litio y hierro, los cuales se producen en Chile. Según el Banco Mundial, la producción de minerales como el grafito, el litio y el cobalto, podría experimentar un aumento de casi un 500% al 2050. Más precisamente, se estima una demanda de más de 3000 millones de toneladas de minerales y metales para la implementación de la energía eólica, solar y geotérmica”, concluye Peña.
Además de eso, según estimaciones de KPMG, para el 2030 habrá una crisis del cobre que llevará a un déficit de 5,1 millones de toneladas, debido al agotamiento y envejecimiento de los depósitos. Por ende, en el exigente camino hacia la cero emisión, la minería chilena tiene un rol esencial para las economías verdes.
Aunque los desafíos se proyectan hacia el 2030, no es menos cierto que la minería chilena hoy tiene enormes desafíos y oportunidades. Descarbonizar, gestionar y sacar el máximo potencial a la IA toman un rol esencial en esta nueva era, una basada en un mundo más sustentable, económicamente dinámico, resiliente y ciberseguro. Y en ello, la minería chilena tiene mucho que decir y aportar.
Equipo Prensa
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