Por medio de un sistema de flotación diseñado específicamente para mejorar la eficiencia de recuperación de partículas ultrafinas, esperan contribuir a que las faenas mineras puedan optimizar sus procesos, valorizar residuos y disminuir el impacto ambiental de sus operaciones.
KeyFlot® nace como una solución tecnológica para responder a una problemática crítica y recurrente en minería: la pérdida de minerales valiosos contenidos en relaves. Junto a su equipo técnico y de investigación, desarrollaron una tecnología que aborda este problema desde una perspectiva holística, investigando y mejorando aspectos físicos, químicos y operacionales. “Nos enfocamos en recuperar elementos de alto valor, asegurando al mismo tiempo eficiencia energética y adaptabilidad a las condiciones reales de faenas mineras”, explica Marcela Paz Bastías, CTO de la empresa.
Para ello, cuentan con un sistema de flotación diseñado específicamente para mejorar la eficiencia de recuperación de partículas ultrafinas —menores a 20 micras—, un segmento que los sistemas tradicionales de flotación no logran recuperar adecuadamente. Esto permite a las faenas mineras optimizar sus procesos, valorizar residuos y disminuir el impacto ambiental de sus operaciones. Además, es una tecnología flexible, capaz de integrarse tanto en plantas nuevas como en procesos existentes, y de adaptarse a condiciones extremas como la minería en altura.
En este proceso participa un equipo interdisciplinario compuesto por profesionales en las áreas de metalurgia, ingeniería química, eléctrica, electrónica, mecánica y automatización. Además, han generado alianzas estratégicas con universidades y otras empresas del sector, lo que ha enriquecido sus capacidades de investigación, validación, pilotaje y escalamiento tecnológico.
Actualmente, trabajan con pequeña y mediana minería en Chile y Sudamérica, incluyendo plantas de procesamiento, asociaciones mineras, entre otras. “Hemos tenido experiencias internacionales significativas, con colaboraciones en operaciones de Brasil, Perú y Bolivia. En 2024, tuvimos la oportunidad de pilotar nuestra tecnología en una faena en altura fuera de Chile, lo que validó su rendimiento en condiciones extremas y abrió nuevas oportunidades de crecimiento”, destaca Marcela Paz, quien en esta entrevista nos cuenta más sobre sus principales logros, metas y desafíos para los próximos años.
¿Cuáles fueron sus principales logros del 2024?
El 2024 fue un año clave para nuestra consolidación. Entre los principales hitos destacan:
- La validación técnica de KeyFlot® en una planta concentradora en altura, en una faena minera internacional.
- El avance en la escalabilidad de nuestra tecnología, mediante el diseño y fabricación de un sistema con mayor capacidad de tratamiento de mineral.
- La ampliación de nuestras capacidades técnicas, tanto en planta piloto como en terreno, que nos permiten medir en línea parámetros relevantes para nuestra aplicación, como tamaño y cantidad de microburbujas (directamente relacionadas con la eficiencia del proceso) mediante el uso de inteligencia artificial.
- La implementación de equipamiento especializado para medir, en tiempo real, las leyes minerales obtenidas durante la operación.
- El levantamiento de capital público a través de fondos CORFO, que nos permitieron avanzar en el TRL de nuestra tecnología.
- La consolidación de nuestro espacio de pilotaje como una plataforma abierta para testear tecnologías asociadas a la minería y al hidrógeno verde.
¿Cuáles han sido sus principales desafíos?
Uno de los grandes desafíos ha sido lograr que una solución innovadora, desarrollada en Chile, sea adoptada por una industria que tradicionalmente opera con tecnologías probadas y con baja tolerancia al riesgo.
Convencer a las empresas mineras, especialmente a las grandes, de que una solución nacional puede ser tan o más eficiente que una importada, ha requerido de un trabajo sostenido, que en nuestro caso ha sido más acogido por empresas mineras extranjeras, que nos han dado el espacio para demostrar resultados concretos.
También ha sido un desafío articular el financiamiento necesario para escalar nuestra tecnología, especialmente en un contexto donde muchas fuentes de inversión aún no comprenden el verdadero potencial de las empresas de base científico-tecnológica (EBCT), ni los tiempos que implica el desarrollo de soluciones innovadoras. Los procesos de I+D requieren años de trabajo riguroso, validación técnica y adaptación, y es precisamente esa profundidad la que garantiza que las tecnologías lleguen al mercado con impacto real. Sin embargo, esta lógica de desarrollo a largo plazo no siempre se ajusta a los modelos de financiamiento tradicionales, lo que nos ha exigido buscar alternativas, combinar instrumentos públicos y privados, y sostener la visión incluso en escenarios de alta incertidumbre.
¿Qué metas se han puesto para este 2025?
Estamos muy entusiasmados por aplicar todo el trabajo realizado en los últimos años, concretando acuerdos con nuevos clientes, donde nuestra innovación agregue valor a la minería nacional.
Esperamos también generar nuevas alianzas con tecnologías complementarias que permitan ofrecer soluciones integrales en la gestión de relaves, en el marco del Programa Tecnológico de Reconversión de Relaves de CORFO, en el cual participamos como co-ejecutores.
En paralelo, proyectamos aumentar nuestras capacidades en temas energéticos, culminando la implementación de un hub de hidrógeno verde en Valparaíso, con el objetivo de aportar activamente al desarrollo regional.
¿Cuál es su principal anhelo para los próximos 5 años?
Nuestro principal anhelo es que Key Process siga creciendo en todas sus áreas, para convertirse en una empresa referente en innovación para la minería sostenible contribuyendo a retener y potenciar el talento local en nuestra región, generando oportunidades de desarrollo profesional y técnico para jóvenes, investigadores y emprendedores que muchas veces deben migrar para encontrar espacios donde aplicar su conocimiento.
Esperamos que KeyFlot® sea incorporada como una solución disruptiva para la minería secundaria y minerales complejos, y que nuestras tecnologías asociadas al hidrógeno verde complementen esa visión de una minería más limpia, autónoma y eficiente.
Desde mi rol como cofundadora, también sueño con inspirar a más mujeres a liderar proyectos tecnológicos, demostrando que la ciencia y la innovación son herramientas poderosas para transformar realidades, acortar brechas, construir un desarrollo más sostenible y dejar una huella positiva en nuestro entorno.