Jaime Miranda
Académico Departamento de Control de Gestión y Sistemas de Información
Director académico diplomado en Gestión de Operaciones y Logística
Facultad de Economía y Negocios
Universidad de Chile
La optimización del proceso de embalaje tiene que ver con mejorar todas las actividades y tareas relacionadas o que tienen impacto en la preparación y el empaquetado de productos, para el transporte y entrega a los clientes intermedios y finales. Con ello, se busca hacer más eficiente el uso de los materiales con que se embalan y protegen los productos; así como los espacios dentro de las bodegas, y el uso en el transporte y la agilidad de todos los procesos que están relacionados a esta tarea.
La optimización del proceso de embalaje en la logística está en fuerte crecimiento. Existen varios factores que han incidido en que esto ocurra. Uno de ellos tiene que ver con que las empresas están siempre en búsqueda de mejorar sus procesos y operaciones, y minimizar los costos.
Si se considera, además, que la demanda del comercio electrónico post pandemia creció y que los clientes finales están más exigentes, resulta fundamental garantizar entregas rápidas y seguras, lo que genera la necesidad de mejorar el embalaje y confección.
Asimismo, existe una creciente preocupación por el impacto ambiental de las operaciones de todas las empresas. Por lo tanto, mejorar el embalaje puede ayudar a reducir el uso de materiales nocivos como el plástico, minimizar el desperdicio y mejorar la huella ambiental de una empresa.
Mejoras del proceso
Un aspecto clave para la optimización del proceso de embalaje es la selección de los materiales que se utilizan, pues cada vez se demandan embalajes más personalizados y de bajo impacto con el medio ambiente. Ser amigable y responsable ambientalmente permite reducir los desperdicios en todo el proceso.
Otro factor fundamental tiene que ver con la automatización del proceso de embalaje, incorporando tecnología que permita realizar seguimiento y gestión de los inventarios, en tiempo real. También, en este punto es muy relevante la incorporación del embalaje y etiquetado automático dentro de las líneas de producción, con el fin de aumentar la velocidad y minimizar los errores de ejecución.
Un tercer aspecto muy importante es tener el control del proceso, pues hoy en día existe tecnología que permite tener en línea o en tiempo real cada etapa del proceso, pudiendo estar alerta cuando un producto no se encuentre disponible.
Además de contar con un proceso eficiente, los principales beneficios que obtienen las compañías se traducen en minimizar los costos y disminuir los desperdicios. Un embalaje optimizado y bien diseñado ofrece mayor protección de los productos durante el transporte, reduciendo la incidencia de daños y pérdidas. Además, ayuda a mejorar la experiencia del cliente.
Respecto de las desventajas, se deben considerar algunos costos iniciales asociados a la implementación de una nueva tecnología y productos para el embalaje, y capacitaciones para el personal, así como el tiempo de implementación. Debido a que algunos procesos se automatizan es necesario tener en cuenta las nuevas adecuaciones y reformulación de los puestos de trabajo existentes y otros nuevos que puedan establecerse.
En este último punto, otro aspecto a abordar es la gestión del cambio, pues reformular los procesos de la organización implica ajustarse a una nueva forma de “hacer el negocio”. No hacerlo puede provocar retrasos en la implementación de los procesos.
En términos generales, para optimizar el proceso es importante identificar el embalaje más adecuado, en términos de costos e impacto con el medio ambiente, para los productos que se dispone, evaluar los requisitos del transporte (aéreo, marítimo o terrestre) y estudiar las condiciones que tendrán que soportar los productos, como la humedad y temperatura, entre otros. Todo esto debe ser evaluado y estar en concordancia con los aspectos legales y regulatorios de cada país.
Equipo Prensa
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