Cristián Peña, Analista de consumo de IDC Chile.
La edición 2020 de la feria tecnológica más importante a nivel internacional, CES (Consumer Electronics Show), estuvo marcada por soluciones innovadoras y tecnológicas aplicadas enfocadas a mejorar la cotidianidad de las personas en todo ámbito.
En efecto, en esta nueva versión del evento celebrado a principio de cada año en la ciudad de Las Vegas (EE.UU.), los productos presentados en la actividad estuvieron enfocados principalmente en mejoras del transporte, tales como un nuevo prototipo de taxi aéreo desplegado por Hyundai y Uber. Por otra parte, las jornadas estuvieron marcadas por las últimas tecnologías de vigilancia y también por desarrollos asociados a la red de conexión 5G, la que entrega una mayor velocidad y que también marcó la agenda de 2019.
Como es esperado de un show de tecnología, cuando volvemos al panorama local, pareciera que la implementación de las soluciones demostradas es algo lejano o inviable. A nuestro parecer en Chile existe una infraestructura para incorporar cada uno de los productos lanzados en CES, por más disruptivos que parezcan. De hecho, estos últimos cinco años, se han incorporado cambios de hábitos en el consumo de la tecnología de forma muy acelerada, los que podrían facilitar la adopción de desarrollos y dispositivos de vanguardia.
Y es que dichas modificaciones se han aplicado principalmente en los distintos entornos de la sociedad chilena, a través del desarrollo de múltiples plataformas, tales como aplicaciones móviles que facilitan el transporte de las personas, o aquellas aplicaciones de reparto de comida, entre otras, permitiendo a las personas coordinar y organizar sus tiempos y disfrutar de aquellos libres. Vemos que de la mano de las nuevas tecnologías exhibidas en este gran evento de innovación, puede existir una continuidad en la adopción de nuevas herramientas y soluciones.
Si bien la tendencia de acoger estas tecnologías se encuentra muy latente en el país, es necesario entender que su aplicación es un ecosistema completo, es decir, su éxito depende única y exclusivamente de la relación que existe entre el proveedor de esta, aquel que desarrolla los servicios y los consumidores de dichas soluciones. La correlación entre estas tres partes son claves al momento de lanzar nuevas tecnologías, como aquellas observadas en el CES 2020, ya sea a nivel regional o local.
Finalmente el desarrollo conjunto, la voluntad de salir al mercado y, por supuesto, una buena inversión para el desarrollo de tecnologías enfocadas hacia el consumidor final, son óptimos para que no sólo CES se vea como el evento más avanzado y futurista en materia tecnológica, sino también para que a partir de estas soluciones, podamos estar al tanto de lo que realmente marcará el año y ver la posibilidad de adopción de alguna de estas tecnologías para el país.
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