Innovación que nace en la región del Biobío instalará una de sus plantas en la histórica fábrica textil Bellavista Oveja Tomé.
En un sector dominado por materiales aislantes provenientes de fuentes fósiles, esta Start Up irrumpe con una propuesta disruptiva: un aislante natural, fabricado en la Región del Biobío a partir de residuos forestales que busca redefinir los estándares de sostenibilidad en la construcción a traves de economía circular y un proceso de reutilización de la corteza de Eucalipto.
Tras años de investigación junto a la Unidad de Desarrollo Tecnológico (UDT) de la Universidad de Concepción y con el respaldo de fondos Crea y Valida de Corfo, la empresa logró validar el producto a escala industrial. Además, se realizaron ensayos con investigadores europeos bajo estricta confidencialidad, lo que permitió optimizar su desarrollo y acercarlo al mercado.
El respaldo de programas de innovación como Corfo permitió avanzar hacia su industrialización, culminando con certificaciones clave que avalan su desempeño térmico y acústico. Actualmente el material ya aprobó las pruebas que exige el MINVU, referidas a la conductividad térmica, acústica y resistencia al fuego, requeridos para poder ser utilizado en la industria de la construcción, con resultados igual o mejores comparado con los productos utilizados en la actualidad. En 2023, el proyecto recibió el primer lugar en la categoría de Innovación y Start-Ups de Madera21 de CORMA, consolidando su impacto y proyección positiva dentro de la industria.
Según Jacques Esquerré, gerente de Aislacor, “además de ser un aislante desarrollado bajo los principios de la inteligencia circular, nuestro producto ofrece ventajas competitivas y atributos que pueden transformar la industria de la construcción, haciéndola más sostenible a largo plazo. Creemos firmemente en esta visión y decidimos apostar por una innovación que no solo es eficiente, sino que también tiene el potencial de cambiar paradigmas”
El escenario actual favorece la entrada de este tipo de soluciones ya existen cada vez más normativas que exigen mayor eficiencia energética, mejor desempeño acústico y protección pasiva contra el fuego. La construcción sustentable ya no es una opción, sino una exigencia, y los materiales de alto rendimiento se vuelven clave. En este contexto, Esquerré aseguró que “la capacidad instalada de nuestras plantas, junto con la disponibilidad local de materia prima proveniente de residuos forestales, permite a los materiales verdes escalar su producción y responder a una demanda en aumento, posicionándose como un actor relevante en la transición hacia una edificación más responsable y eficiente”.
Plantas en Tomé y Santa Juana
Actualmente, la empresa está en pleno proceso de industrialización con la instalación de sus plantas en las comunas de Santa Juana y Tomé. Esta última se ubica en las antiguas instalaciones de la histórica fábrica textil Bellavista Oveja, marcando un hito para la industria regional. Se espera que la producción a gran escala inicie en 2025, impulsando la economía local y generando empleo.
Equipo Prensa
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