A medida que nos aproximamos a las elecciones municipales, un hito crucial en el calendario político que marca la antesala de las elecciones presidenciales, surge la necesidad de reflexionar sobre el papel de la tecnología, particularmente la Inteligencia Artificial (IA), en el ámbito político.
Para los expertos en la materia como Rodrigo Prado, Managing Partner de Primus, experto en Inteligencia Artificial y Estrategia Digital, sin duda existe un aporte en su integración, “la IA ofrece una ventaja significativa en la hiperpersonalización, especialmente relevante en política, donde se puede identificar las necesidades de las personas de manera precisa y rápida. Esto se traduce en la entrega de alertas en tiempo real y sugerencias de soluciones a diversas problemáticas, lo que puede transformar la interacción entre ciudadanos y políticos”.
En cuanto a la eficiencia en la interacción ciudadana, la IA puede mejorar la participación y satisfacción al canalizar necesidades y consultas de manera oportuna. Plataformas que utilicen IA para consultas públicas y participación en la elaboración de presupuestos pueden promover una mayor transparencia y colaboración entre el gobierno y la ciudadanía.
Algunos elementos que se podrían integrar en campañas políticas podrían ser, “la generación de mensajes hiperpersonalizados mediante IA, una herramienta poderosa en campañas políticas. La hipersegmentación basada en análisis de redes sociales puede identificar preferencias, preocupaciones y propensión de voto, permitiendo una comunicación más efectiva con los votantes”, explica Prado.
De esta manera la ciudadanía se beneficiará con un mayor acceso y mejor comprensión de la información relevante para las elecciones. La IA puede proporcionar información específica sobre las propuestas de los candidatos, permitiendo a los ciudadanos tomar decisiones informadas en las urnas.
Para el Managing Partner de Primus, experto en Inteligencia Artificial y Estrategia Digital, un ejemplo práctico, “es la implementación de un Chatbot con IA Generativa, que podría proporcionar información transparente sobre las propuestas de los candidatos, permitiendo a los votantes realizar consultas detalladas. Esta interacción podría analizarse para identificar temas de interés y sentimientos de los votantes de manera ética y responsable”.
Desafíos de Desinformación y Regulación
Sin embargo, también enfrentamos desafíos significativos, como el riesgo de desinformación facilitado por la IA. La capacidad de generar contenido convincente de manera artificial aumenta la amenaza de campañas de desinformación que pueden distorsionar el debate político y afectar los resultados electorales. Es crucial contar con regulaciones que aborden estos riesgos y promuevan un uso responsable de la IA en el ámbito político.
“En este sentido, es fundamental avanzar hacia una regulación que fomente el uso responsable de la IA para el beneficio de la sociedad. Chile está en una posición única para liderar este esfuerzo en la región, aprovechando su capital humano e infraestructura para impulsar la innovación responsable en el ámbito político”, finaliza Rodrigo Prado, Managing Partner de Primus, experto en Inteligencia Artificial y Estrategia Digital.
Equipo Prensa
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