Evelyn Liberona, Lorena Torres y Giselle Díaz son las encargadas de gestionar algunos de los locales de El Carnicero, cadena con más de cien años de historia en el país.
La compañía chilena cuenta con una dotación de cerca de 200 mujeres, quienes en su gran mayoría deben compatibilizar sus roles de trabajadora y madre.
La participación de la mujer en el mercado laboral sigue siendo un desafío para los países en vías de desarrollo.
Aunque se han alcanzado grandes logros en las últimas cinco décadas, aún queda mucho por hacer en todo el mundo para garantizar que las buenas intenciones vayan acompañadas de resultados tangibles, según advierte el Banco Mundial, entidad que pone a Chile como una de las naciones latinoamericanas con mayores brechas en la materia.
“Las empresas tenemos mucho por aportar en abrir espacios para la inclusión de las mujeres, permitiéndoles compatibilizar su rol de madres y trabajadoras”, afirma Catherine Escobar, gerenta comercial de El Carnicero, cadena con más de cien años de historia en el país y que en los últimos años ha experimentado una significativa alza en el número de mujeres dentro de su dotación.
La compañía nacional emplea actualmente a 184 mujeres, una cifra que equivale al 36% de su planta y que, además, triplica sus indicadores de hace cinco años. En un mundo históricamente dominado por los hombres, tres chilenas son las responsables de liderar carnicerías que reciben cada año a cientos de personas para buscar un insumo básico para la cocina de los hogares chilenos.
Mucho por hacer
En Rancagua, Lorena Torres, jefa del local de la capital de la Región de O’Higgins, lleva 16 años como trabajadora de El Carnicero. Comenzó como cajera y hoy encabeza la sucursal. “Me siento orgullosa por los logros y el apoyo que me han dado”, asegura Lorena, quien festejará el Día de la Madre con una tradicional preparación chilena: la cazuela de vacuno.
Papas, cebolla, choclo, zapallo, orégano una hojita de apio y cilantro forman parte de los ingredientes que elige para acompañar el osobuco que le da vida a este clásico de la gastronomía nacional.
En Quillota, Evelyn Liberona desempeña el mismo cargo, un desafío en el que “pase por días en que sentí que no podía. Afortunadamente con el apoyo de mi familia y la empresa he podido complementar mi rol de mamá y jefa de local. El tiempo es escaso, pero con dedicación he podido cumplir. Ser trabajadora y mamá me ha permitido desarrollarme como mujer”.
Su sugerencia para el almuerzo del próximo 14 de mayo: un innovador chupe de pollo. La recta: cebollas y pimentón picados en cuadritos, vino blanco, leche, algunas láminas de pan de molde, queso parmesano y dos pechugas deshilachadas.
“Me siento afortunada de tener el trabajo que tengo. Me ha ayudado a crecer personal, laboral y económicamente, y me ha abierto puertas. Me encanta hacer lo que hago y me siento feliz”, complementa Giselle Díaz, jefa de local en Puente Alto. Su familia la celebrará con una plateada al jugo, un plato para irse a la segura. Se parte por sellar la carne, y luego, en una olla, con el mismo jugo sofreír cebolla, zanahoria, orégano y ajo. Para terminar, un poco de tomate y cocinar por dos horas.
El 72% de las trabajadoras de El Carnicero son madres, destaca Catherine Escobar. “Aumentar la presencia de mujeres en mercados históricamente masculinos también debe ir de la mano con brindar las herramientas para que ellas puedan compatibilizar sus múltiples roles, permitiéndoles explotar sus capacidades y ponerlas al servicio de sus organizaciones”.
En este día tan especial, El Carnicero reconoce a todas las mamás que día a día se esfuerzan por sacar adelante a su familia. “Esta celebración es una de las más importante de todo el año, ya que es una oportunidad para expresar el amor por todas aquellas mamás que nos quieren, protegen y acompañan sin condiciones. Por eso invitamos a homenajearlas con alguna de las ricas recetas que proponen nuestras jefas de local y que de seguro las dejará con el corazón lleno de felicidad”, finaliza la ejecutiva.
Equipo Prensa
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