• Frente al aumento generalizado de precios, algunos fabricantes de bienes de consumo masivo están reduciendo los tamaños de los envases para hacer menos visible dicha alza de precios al consumidor final.
 
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La inflación en varias partes del mundo y en Estados Unidos está en aumento, y en algunos países de Latinoamérica está desatada. Los consumidores están sintiendo la presión de los aumentos de precios en todo, desde alimentos y gasolina hasta muebles y automóviles.

Datos, recientemente publicados, muestran que el índice de precios al consumidor (IPC) de EE. UU. ha aumentado 7,5% en los últimos 12 meses, y esto está teniendo un impacto real en el bolsillo promedio. Pero… ¿sabía que también está teniendo un impacto medible en los estantes de las tiendas? (y no, no se habla aquí de quiebres de stock).

Ante el aumento de los costos y las presiones de los márgenes, los fabricantes y minoristas de bienes de consumo masivo (CPG) se han visto obligados a aumentar los precios. Esta tendencia comenzó alrededor de julio de 2021 y ya estamos viendo cambios en los comportamientos de compra. Una encuesta reciente mostró que el 49% de los consumidores planea cambiarse a marcas de menor precio debido a preocupaciones por la inflación. Tendencia que se espera para todo 2022.

“Así es como los fabricantes de Productos de Consumo Masivo, o CPG por su sigla en inglés, y las marcas de presencia nacional están respondiendo con una reducción de los tamaños de los envases para ocultar los aumentos de precios al consumidor medio”, dice Bonnie Milam, Product Marketing Director de Blue Yonder.

Es una práctica conocida como “inflación por contracción”, señala, en la que los artículos mantienen el mismo precio mientras que el tamaño del empaque se hace más pequeño. Algunos cambios son poco perceptibles y no afectan la apariencia, limitándose sólo a actualizar la cantidad o el peso impreso en el empaque. Un par de ejemplos en Estados Unidos: Frito-Lay’s redujo las bolsas regulares de Dorito’s de 9.75 oz a 9.25 oz lo que probablemente es indistinguible para el consumidor promedio. Pero cuando el helado Tillamook redujo su tamaño a un envase de 48 oz (antes 56 oz), el cambio fue evidente. El precio se mantuvo igual, pero ahora los consumidores pagan un 15% más por onza.

Dificultades en Latinoamérica

Por su parte, la Cepal, organismo dependiente de la ONU, reportó una inflación general del 7,2% en Latinoamérica, sin considerar los 4 países con inflación crónica que hay en la región.

“Este número está muy por encima de las metas de los bancos centrales respectivos”, señala Mike Guerra, senior director de estrategia de industria para las Américas en Blue Yonder, quien agrega que la región tendrá la inflación más alta del planeta este año. Esto está pasando en las mayores economías de la región: el costo de la vida en Brasil se alzó el 10,74% y en México un 7,36% en 2021. Le siguen Chile con un 7,2%, Perú con un 6,43% y Colombia con un 5,62%. “Claramente los precios de la comida, la gasolina, el gas y la energía eléctrica son los que lideran las subidas inflacionarias”, dice.

En Chile, la inflación llegó a su nivel más alto en 13 años, fuertemente influenciado por las ayudas económicas y retiros anticipados de los fondos de pensiones, mientras el Banco Central continúa subiendo la tasa de interés para contrarrestar el aumento de precios.

Estos cambios no solo afectan los precios al consumidor, sino que también tienen un impacto directo en los planes de comercialización para los proveedores y minoristas de CPG. Menos helado por paquete significa paquetes más pequeños y esto, a su vez implica que los planogramas de espacio y mercadeo de productos existentes ya no funcionarán. Todas las secciones de helados necesitan un reacomodo para optimizar mejor el espacio de la tienda en función de las nuevas dimensiones del producto. “Dado que el tamaño de los productos se reduce en toda la tienda, restablecer los estantes puede ser una tarea casi insuperable sin la tecnología adecuada”, añade Bonnie Milam.

Ahí es donde las capacidades de gestión de categorías más inteligentes pueden proporcionar beneficios significativos.

Se requieren soluciones centralizadas para mantener, analizar y actualizar de manera integral los atributos del producto, los planes de surtido, los planos de planta de las tiendas y de espacio en muebles de todas las categorías.

“Tan pronto como cambia la dimensión de un producto, se pueden actualizar instantáneamente cientos de miles de planogramas y planos de planta y entregarlos con precisión a las tiendas. Esto ahorra horas y horas de trabajo manual y garantiza que los planos reflejen con precisión el espacio disponible. Con nuestro enfoque en la nube para la innovación, se puede obtener una mayor escalabilidad y seguridad con un menor costo total de operación”, expresa ejecutiva de Blue Yonder.

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Equipo Prensa
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