• Esta semana se celebra el segundo aniversario de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo, parte del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación. Para conmemorar esta fecha, se realizó un evento en el frontis del edificio institucional, que contó con la participación de la Directora Nacional Aisén Etcheverry, el Ministro Andrés Couve, la Subsecretaria Carolina Torrealba, el Rector de la Universidad de Chile y presidente del Consorcio de Universidades Estatales de Chile Ennio Vivaldi, y el líder de la División de Competitividad e Innovación del Banco Interamericano de Desarrollo, José Miguel Benavente.
 
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12 de enero – “Estamos celebrando estos dos años en que la ANID ha tenido una trasformación fundamental, ampliando su mirada y asumiendo un rol distinto.  Esta nueva Agencia, siguiendo el legado de Conicyt, promueve la ciencia y la tecnología, pero ahora incorpora además la innovación y el emprendimiento, completando con ello el arco que va desde la generación de conocimiento hasta la transferencia de éste. Esta renovada visión busca que el conocimiento que generamos en Chile impacte nuestra sociedad, en ámbitos económicos, en ámbitos sociales y en ámbitos educativos y se constituye como un paso importante de la nueva institucionalidad que pone al conocimiento científico al servicio del país”, cuenta el ministro Couve.

“Después de dos años, tenemos indicios claros para responder, y un listado grande de resultados y proyectos que muestran todo el camino ya recorrido y dan luces del futuro que podemos construir. En este sentido definimos qué es lo que hace realmente ANID. En primer lugar, no solo promueve el desarrollo científico, sino que contribuye al desarrollo de país desde el fomento a la ciencia, la tecnología, el conocimiento y la innovación”, comenta la Directora Nacional.

Durante estos dos años se crearon instrumentos nuevos que apoyan de manera directa el trabajo de la ciencia en el apoyo a la comprensión de las diversas crisis. Esto se logró, por ejemplo, con el fondo RAPID-COVID en 2020 y con en el fondo de Sequía para la escasez hídrica en 2021, demostrando que existen capacidades enormes en el sistema y que, con los incentivos correctos, es posible generar, en tiempo record, proyectos que den respuesta la toma de decisión a problemas urgentes. “Entender que nuestra función se conecta directamente con el desarrollo del país, se traduce también en la capacidad de combinar el desarrollo científico tecnológico motivado por la curiosidad, con aquel se orienta a las necesidades de nuestro país”.

“En segundo lugar, junto con incorporar en nuestro trabajo el desarrollo del país como eje principal, reconocimos que no da lo mismo cómo es la ciencia que fomentamos. El estallido social es nuestra marca de nacimiento y nos obligó a mirar las desigualdades e inequidades de nuestro sistema. Las medimos, las conocemos y hoy trabajamos porque cada día sean menos, porque sabemos y creemos que ciencia más diversa es mejor ciencia”, cuenta Aisén.

De la mano de las universidades, su principal socio en la administración del sistema de CTCI, se identificaron las brechas y se diseñaron las primeras recomendaciones. Guiados por la política de género, comenzó la implementación de medidas, y siguiendo el liderazgo de los nodos territoriales, los gobiernos regionales y las seremis, se proyectaron nuevos mecanismos para abordar esas brechas.

“Las mujeres tienen que tener una mayor representación en el sistema de CTCI, los territorios tienen que aumentar su participación en nuestras adjudicaciones y las distintas disciplinas tienen que verse reconocidas en nuestros llamados y procesos de evaluación. En estos dos años hemos implementado más del 70% de las medidas de diversidad que construimos en conjunto con las Universidades destinadas lograr un sistema de CTCI más diverso”, explica.

Para Ennio Vivaldi, “a nosotros nos parece, que la actual conducción que ha tenido ANID, es una conducción que a nosotros nos da mucha confianza, y mucha alegría, en el sentido en que se han preocupado especialmente de convocar a las universidades para establecer un diálogo fluido con nuestras casas de estudio”.

Uno de los cambios que vivió ANID este último año, además, fue la incorporación de diversos instrumentos provenientes desde Corfo, enfocados en fortalecer capacidades dentro de instituciones académicas y/o que tienen como giro central la investigación y desarrollo (I+D), habilitando el vínculo entre la innovación que se origina a partir de la investigación científica, con otros sectores relevantes para el país.

Para José Miguel Benavente, líder de la División de Competitividad e Innovación del Banco Interamericano de Desarrollo “el nuevo rol que asume ANID en relación a innovación y emprendimiento es muy bueno, porque justamente uno de los problemas que había era que estaba un poco desconectado en este tipo de actividades, no solo en términos de financiamiento sino entre las personas que hacían todo este tránsito. La importancia del emprendimiento y la innovación dentro del ecosistema CTCI es fundamental. Si uno mira las cifras de los países que se transformaron en países desarrollados, en todo lo que significa el desarrollo económico, uno ve que esos países hicieron un esfuerzo enorme en empujar una agenda que tiene que ver con emprendimiento e innovación, sobre todo con base científica-tecnológica”.

“Los proyectos que hemos tenido que llevar adelante junto con ANID, corresponden a una nueva etapa completamente distinta, donde se ha buscado ampliar la ANID, hacia la innovación, la transferencia tecnológica, el emprendimiento científico-tecnológico y así poder dotarla de todos los elementos para que el país pueda realmente tener todas las herramientas bajo un mismo paraguas, que permitan a la agencia transitar desde el conocimiento, hasta cómo ese conocimiento llega a la sociedad. Por eso, es que estos años han sido fundamentales en generar esas estructuras que son hoy día apenas unas semillas, y que sus frutos más importantes los veremos en los años venideros”, comenta la subsecretaria Carolina Torrealba.

En relación a los desafíos futuros de ANID, la Directora Nacional comenta que “sin lugar dudas queda mucho, mucho por avanzar en temas como precarización, financiamiento estructural al sector y tantos otros, pero después de años y mirando al futuro, podemos decir con orgullo que el compromiso se cumplió, que hoy es parte de nuestro ADN, y que solo esperamos se profundice en el futuro”.

Recuento en cifras de la gestión 2019-2022

Hoy ANID administra alrededor del 50% de la inversión pública en I+D, realizando aproximadamente 60 concursos cada año. Cuenta con más de 12.000 proyectos y becas vigentes y cada año coordina el trabajo de más de 5.500 evaluadores externos. Para ayudar a los becarios en el contexto de la pandemia, se realizó una inversión total de $14.462 MM en beneficios.

Además, y para enfrentar la pandemia, se creó un Fondo RAPID COVID, donde se adjudicaron 75 proyectos adjudicados, con un total de $6.000MM invertidos, y se implementó una red de 17 laboratorios universitarios para testeos Covid, lo que implicó una inversión de $1.500 MM.

Para colaborar frente a la contingencia de crisis hídrica, se implementó un Fondo de Investigación Estratégica en Sequía, donde se adjudicaron 21 proyectos adjudicados, con $6.000MM invertidos.

 

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Equipo Prensa
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