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  • Experto chileno advierte que el mayor problema frente al uso de antibióticos en la alimentación de animales, es el daño irreparable que genera en el medio ambiente y la salud humana.

 

El último informe de Sernapesca, respecto al uso antimicrobianos en la salmonicultura, reveló que durante 2021 hubo un aumento de 34% en la inyección de antibióticos durante la etapa de engorda en el mar en las regiones de Aysén y Los Lagos, principalmente para el tratamiento de Spticemina Rickettsial Salmoneida (SRS) en salmón atlántico. Lo anterior, a pesar de que a partir de 2015 se evidenció una tendencia decreciente con la reducción del 25% en el uso de estas sustancias químicas.

Desde el Consejo del Salmón, si bien señalaron que las empresas trabajan de manera activa para resguardar la salud de los salmones a través de  investigación e innovación, explicaron que el mayor uso de antibióticos en 2021 se debió a varios factores, entre ellos los relacionados al cambio climático.

“El salmón es una especie introducida expuesta a una serie de factores de riesgo complejos, más en producciones intensivas que son propensas a ciertas enfermedades. De hecho, más del 95% del uso de antibióticos en salmones se asocia a una enfermedad en específico, la pisciriquetsiosis, que, si no se trata a tiempo, genera grandes pérdidas económicas, debido al aumento de la mortalidad”, explica el veterinario Sebastián Decap, quien además es gerente en Salud Animal de la empresa biotecnológica chilena, Plantae Labs.

Sin embargo, el experto precisa que el mayor problema frente al uso de antibióticos en la alimentación de animales, es el daño irreparable que genera en el medio ambiente y en consecuencia en la salud humana. “La mayoría de los antibióticos se da mediante el alimento, el cual se entrega directamente a los salmones en el agua. El alimento que queda en los sedimentos marinos, más la excreción de los antibióticos ingerido vía heces y orina, representa un total del 70 al 80% del antibiótico administrado, el cual termina alterando las comunidades microbianas, la biodiversidad y generando resistencia bacteriana”, detalla Decap.

Cabe mencionar que en 2019 la Organización de Naciones Unidas, ONU, alertó, mediante un informe, que para 2050 las enfermedades resistentes a los medicamentos podrían causar 10 millones de muertes cada año y un daño catastrófico a la economía, si los Gobiernos no tomaban acciones “inmediatas, coordinadas y ambiciosas” para evitar las resistencias bacterianas.

“En la actualidad, gracias al avance de la ciencia y la innovación, el mercado dispone de soluciones sustentables para el reemplazo de antibióticos en la producción animal y químicos en la agricultura. Muchas plantas y árboles poseen ingredientes activos con propiedad antibacteriana que deben ser aprovechados para ir en armonía con la naturaleza y no crear impacto negativo en la salud humana”, puntualiza, el ejecutivo de Plantae Labs, empresa que, precisamente, desarrolla este tipo de formulaciones en base a más de 25 extractos botánicos, de los cuales, una parte importante corresponden a especies endémicas chilenas.

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Equipo Prensa
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